Enrique Belloch: He vivido siempre como hijo de la anarquía, heredero de la época beat y hippy, de la ruta del bacalao, de la Transición española, de la movida madrileña, del sexo y el rock&roll, del alcohol y drogas diversas. Y no me arrepiento. Sufrí un coma etílico y tabáquico a finales del siglo XX que me obligó a replantear mi vida, pero si tasqué el freno fue sólo al reducirse mis posibilidades económicas y físicas. Nunca he estado dispuesto a dejar de ser lo que he sido. Siempre he buscado en mi vida el lugar adónde a nadie le importas, un mundo distinto al que la naturaleza te indica. El mundo ordinario nunca fue para mí. Siempre lo he visto ‘Desde la acera de enfrente’ buscando el fin de las mentiras y tratando de descifrar, a través del sexo como medio de control la verdad de todo, de mi todo. Destrucción o supervivencia, yo he optado por ambas cosas a la vez. La promiscuidad y el amor.
Bell Carrasco: Al acabar la carrera de Ingeniería T. Agrícola que emprendió con la idea romántica de fundar una comuna agropecuaria o exiliarse a un kibutz, se le presentó la ocasión de estudiar Ciencias de la Información y cambió la agricultura por la cultura. A ese especialidad dentro de los medios de comunicación se ha dedicado a lo largo de su extensa trayectoria periodística que empezó en la delegación valenciana del diario ‘Pueblo’ y luego en ‘Las Provincias’. Trabajó una década en ‘El País’, primero en Madrid y luego en Barcelona y, a su vuelta a Valencia reinició sus colaboraciones en ‘Las Provincias’ y otros medios: ‘Levante’, ‘Cartelera Turia’, etcétera. Hace veinte años colabora en la edición valenciana de ‘El Mundo’ y también en la revista digital makma y ‘Quimera’.
Empezó a escribir ficción ya en la cincuentena impulsada por la necesidad de revertir lo mucho que había leído. Su primera novela, El relojero de Real es un relato de intriga ambientado en el pueblo de sus antepasados maternos. Con Las semillas del madomus irrumpe en la literatura fantástica con una historia de brujas benéficas que habitan en el interior de árboles mágicos (madomus). Abrir en caso de muerte es un thriller protagonizado por un detective en la Valencia de los ochenta y La hija del lector de nubes otra historia fantástica más próxima a la ciencia ficción. Ha participado en media docena de libros colectivos de Generación Bibliocafé y tiene un blog en ‘El Mundo’ digital, Zoocity en el que rompe lanzas en favor de los animales.
